martes, 5 de febrero de 2013

Después del cine

Sequé mis ojos y me puse de pie. Salí sin hacer mucho ruido.

Decidí caminar, como otras veces, quince cuadras antes de tomar la micro (o el micro; como lo prefiera el lector). Como siempre, por las calmas calles interiores.

En el trayecto recodaba la película. Pensaba es sus historias; en la que vimos y en la que contaban (detrás de las imágenes). Pensaba en los directores de fotografía, en los guionistas. Y recordé que Ang Lee es uno de mis directores de cine favoritos.

Recordé que este trayecto lo había realizado un par de veces antes. Al igual que ahora, acomodando y calmando el alma, repasando pasajes, apreciando la belleza, atesorando lo sentido.

Ya en la micro, con la mente lejos del tránsito y las bocinas, inconsciente miré por la ventana las luces del parque de juegos del estero Marga Marga. cientos de colores en movimiento se filtraban entre las hojas de los árboles, enmarcando una noche mágica después del cine.

1 comentario:

  1. Muy personal, muy gráfico, me ha gustado mucho, he ido contigo caminando y acomodando el alma (qué genial expresión!saca aplauso!) pero al final se me desinfla.

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