domingo, 30 de diciembre de 2012

Los mas leídos del 2012...

Estimad@s.

Termina el 2012 y quiero compartir con ustedes el agrado por las historias bobas.

De acuerdo a las estadísticas, estos son los textos más visitados:
  1. Maldito
  2. El gato
  3. Secretos para mañana
  4. Distracciones
  5. La revuelta

Mención aparte recibe El cerdito y el mal por ser el que más me gusta, así que se los dejo también.

Si no los ha leído, ahí los puede degustar. Si ya lo leyó, léalo de nuevo (si quiere).

Que 2013 sea un año luminoso, sabroso, aromático, táctil y acústico. Que todos los sentidos tengan gratos estímulos para ustedes. Que la alegría l@s colme de momentos memorables. Que la imaginación l@s abrace constantemente. Que los afectos crezcan. Que la paz los acaricie.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Distracciones

Como de costumbre, fue a cenar solo. Alguna vez se esmeró en buscar compañía, y en ocasiones consiguió compartir la mesa y la conversación. Pero personas como él suelen perder el atractivo luego de unas pocas citas. No es que fuera un ser particularmente desagradable, aburrido, fatuo o tuviera alguna patología psicológica insalvable; simplemente no encontraba pares, básicamente sus divagaciones rara vez eran de interés de los comensales. De modo que de a poco, sin proponérselo, se fue habituando a cenar sin más compañía que sus pensamientos.

Inmerso en los desafíos socio-políticos que traería a la sociedad el fin de la filosofía cristiana occidental, como referente de las ideologías laicas, no escuchó la voz que le ofrecía cambiar un calendario por alguna moneda. Cuando reaccionó, distraído por una copa que estalló en el piso, la pequeña salía del salón guiada por un mesero.

Miró a su alrededor. Un pareja de ancianos deshuesaba unas codornices. Desde un rincón, un hombre desvestía con la mirada a una camarera, que trataba de ocultarse detrás de un pilar. La puerta del local se batía por la brisa fresca de esa noche de otoño. En la mesa del lado, unas ajustadas piernas de mezclilla insinuaban a una joven delgada.

-Me dice la hora -consultó una voz, al tiempo que se concentraba en la trayectoria de una mosca que esquivaba las aspas de un ventilador. El insecto volaba de arriba a abajo, de izquierda a derecha, y en ocasiones atravesaba suicida en contra del viento. Recordaba que de niño jugaba a tocar las hélises de un avión de la primera guerra mundial, y las veces que terminó con algún dedo lastimado

 -Disculpa -insistió la voz. Me dice la hora por favor.

-No -contestó luego de una pausa que se alargó más de lo apropiado, durante la cual decidía si seguir observando la mosca o esforzarse por responder tan inoportuna pregunta-. No le había escuchado, me disculpo. Pero no tengo reloj, al igual que usted -comentó para evitar el juicio de la joven que comenzaba a mirarlo sorprendida por el tono descuidado de la respuesta.

-Puedo invitarle una copa -dijo con tono irónico.

-No lo creo, espero a alguien -contestó la mujer.

-Puede creerlo. Le servirá para disimular el tiempo de espera. -Agregó con una sonrisa.

-Invítame mañana -. Fue lo último que escuchó.

Por la ventana veía como un gato quedaba perplejo, tras el paso de una ambulancia que hizo volar su pretendida presa.

sábado, 17 de noviembre de 2012

Cansancio

Cansado de gastar los pasos por alcanzar a quien sólo se aleja; cansado de gastar las yemas de los dedos, en acariciar un sueño; cansado de gastar los labios, los dientes y el aliento explicando el cariño y la ternura; cansado de gastar el pensamiento en futuros perdidos; desató los cordones y se sacó los zapatos, bajó las escaleras y salió a la calle.

La brisa movía las hojas de los viejos árboles de la avenida y soplaba las últimas nubes del otoño, que no se convencía del calendario.

Caminó descalzo sintiendo en los pies lo que su ciudad tenía para él. Recorrió los barrios que poblaban sus memorias y los sectores que habían surgido al amparo del Plan Regulador al que se había opuesto tenazmente en su juventud estudiantil.

El laberinto de pavimento lo condujo a un parque donde los niños jugaban y los ancianos conversaban con las palomas. El frío del pasto subió por sus piernas; se sentó. Sus pies mezclaban tierra y sangre.

Cuando el sol se puso, intentó ponerse de pié, pero el dolor lo dejó atado al escaño. Condenado a ver surgir las estrellas en los edificios que rodeaban el lugar, espero.

En la esquina sur se apagó la luz de una ventana y momentos más tardes una silueta salía por la puerta del edificio.

Tanta gente; tanta gente.

jueves, 11 de octubre de 2012

Ausencia

Esta mañana, decidió no bajar del bus y seguir.

En el trabajo la extrañaron, pero no fue recíproco.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Publicación dieciochera (4)

Con esta cierro. Que no se acaben los versos, ni tampoco los cuentos.



CELEBRACIÓN

(1)
Celebrando terrible cura'o,
jugando rayuela y tombo,
espere que se me pase
y le voy a dar como a bombo

(2)
La cueca pa'l 18,
La cumbia pa'l año nuevo,
no importa lo que bailemos,
Importa sólo el hueveo...

(3)
Pa la chicha hay un manzano,
para el vino hay una parra.
Si no hay pa brindar en copa,
habrá que tomar en jarra

OTRAS

(1)
Brindo dijo un pelotero
por la amarilla y por la roja,
también brindo por el Gary,
venga el burro y se lo coja.

(2)
Talca, París y Londres,
ciudades de inspiración,
yo no tengo ni plata
para salir al balcón.

(3)
Crédito pa' la casa,
crédito pa' estudiar,
¿por qué no prestai a tu hermana?
yo te la voy a cuidar.

(4)
De la uva se hace el vino
y la chicha de manzana,
y ahora que somoh amigos
¿por qué no me presta a su hermana?

¿Qué culpa tiene mi hermana?
de su kino acumulado
Usté no ladra ni muerde,
por eso lo dejaron tirao.

(5)
Hoy día quiero brindar
por este sol de Calama,
y aprovecho 'e saludar
a mi madre y a mi hermana.

(6)
Ya estoy arriba 'el avión
prontos a despegar.
Ojalá que no se caiga,
lo que yo quiero es llegar.

Llegar pronto es lo que quiero,
sano y salvo pisar loza.
Y si se trata de pisar,
mejor pisar una moza.

Ya llegamos a tierra.
ahora esperamos la manga.
La azafata usaba falda;
podría haber sido una tanga.

Publicación dieciochera (3)

Y para que no acabe la fiesta, seguimos payando.


PROFESIONALES

(1)
Brindo dijo un geólogo
por la roca y el martillo
de estudiante, comunista
ahora terrible amarillo

(2)
Brindo dijo un informático,
por la cpu y por la pantalla
brindo por video conferencia
allá estoy aunque no vaya.

Aunque no vaya allá estoy,
brindando con alto calibre,
vamos todos desarrollando,
que viva el código libre.

El codigo libre la lleva,
compartiendo el conocimiento,
al que quiera ser dueño del aire
le falla el entendimiento.

El entendimiento falla,
entre codicia y tontera,
escribamos esta historia,
liberando una nueva era.

(3)
Ahora entro a reunión
Así que me quedo calla'o
Luego les vuelvo a payar
Si no salgo trasquila'o

(4)
Ya terminó la reunión
Salimoh re bien para'oh
Vámonos preparando
pa no terminar tan cura'oh

(5)
Brindo dijo un piloto,
por el avión y la azafata.
la rucia está harto rica,
pero tiene chuecah lah patah.

(6)
Brindo dijo un matemático
por raíz y logaritmo,
ya vamos bailando cueca,
zapateando a todo ritmo.

Con ritmo yo zapateo,
haciendo sumas y restas,
vamos llenando las copas,
comienzan luego las fiestas.

Estas fiestas las celebro
resolviendo el teorema,
y pa' curarme me inyecto
vino directo a la vena.

(7)
Brindo dijo un pintor
por la brocha y la pintura,
para no caerme al piso
yo me agarro 'e su cintura.

(8)
Brindo dijo un mueblista
por madera y por martillo
para tenerla contenta
yo le haría un castillo.

(9)
Brindo dijo un albañil
por ladrillo y cemento,
a uste' le haría una vida
más grande que'l firmamento.

(10)
Brindo dijo un cerrajero
por llave con cerradura,
que se calle tu hermana
que cierre la dentadura.

Publicación dieciochera (2)

Dicen que no hay primera sin segunda.


POLÍTICAS

(1)
Ya comienza el 18,
guateando la celebración,
ya que este pueblo quiere
una nueva Constitución

(2)
Capitalismo a la derecha
socialdemocracia a la izquierda
¿Por qué no toman sus cosas?
y se van a la misma mierda.

(3)
El Presidente en la Moneda,
los honorables en el Congreso,
todo el pueblo en las calles,
y ellos se hacen los lesoh

(4)
Brindo dijo un anarquista
por la nuestra autogestión
su dictadura y democracia
son la misma canción.

No la cague compañero
Uste' no debe pensar así.
Yo pienso lo que quiero,
que para eso nací

Su democracia es mentira
peor que una monarquía.
prefiero ser libertario
y creer en la anarquía

(5)
Brindo dijo un jubilado
por el cheque 'e fin de mes,
no pasa ni una semana
y estoy pato otra vez

(6)
Brindo dijo un terrorista
por el miedo y el horror,
yo trabajo pal gobierno
de'ste Estado opresor

(7)
Brindo dijo un comunista,
por la hoz y por el martillo,
ahora que voy en Concerta,
no me traten de amarillo.

(8)
Nos quitan el cobre y el litio,
lo bailado y lo comido,
no nos quitaran la historia
a Víctor yo no lo olvido

(9)
Brindo dijo un analfabeto
por el voto con monitoh
a mí no me hacen hueón,
no me meten el dedito.

(10)
Brindo dijo un milico
por la guerra en la frontera,
y si el pueblo la revuelve,
también le meto puntera.

Publicación dieciochera (1)

Para celebrar este 18, les dejó unos versos en paya. Son varias tiradas, acá va la primera.


GALANTES

(1)
Por todas partes colgando,
las tricolores banderas,
yo prefiero colgarme
afirmao 'e tus caderas

(2)
El perro tiene su cola,
el gato tiene un collar,
y para que yo te tenga
tení que dejar de arrancar

(3)
En la libreta de notas
puros azules y rojos,
y arriba de 'sa boquita
me deslumbran tus ojos.

(4)
Cinco dedos en la mano,
en cada dedo su anillo,
la llenaría de besos
de la mollera al tobillo.

(5)
El mar tiene sus peces,
la tierra, sus animales,
y yo te quiero tener
conmigo en los matorrales.

(6)
Esto de ir viajando
me sube la inspiración,
si uste' viajara conmigo,
sería otra canción.

(7)
Nos fue mal en los olímpicoh,
nos va a ir mal en el mundial,
yo prefiero hacerte los puntos,
aunque sea quincenal.

(8)
La chicha se toma en cacho,
y el vino, en copa muy fina.
A uste' me la serviría,
aunque fuera en la tina.

(9)
En el asta la bandera,
en el carillón la campana,
y ahí arriba'e mi cama,
me está esperando tu hermana.

(10)
En la parrilla el asado,
en la mesa el pescado,
a uste' me la comería,
en mi cama acostado.

(11)
Se vienen las municipales,
están listoh loh candidatoh,
¿por qué no vota por mí?
y nos echamos un pato.

(12)
El lunes sube la leche,
los jueves, la bencina
¿por que no suben las faldas?
que traen puesta' las minah.

(13)
“Te quiero” fue despedida,
ya no te volví a ver.
¿cómo me saco del alma?
tu último beso mujer.

martes, 10 de julio de 2012

Un olvido casual.

Esa tarde olvidó en la consulta del psicólogo la chaqueta, en cuyo bolsillo izquierdo guardaba sus miedos; y nunca regreso por ella.

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miércoles, 4 de julio de 2012

Herencia

-¡Qué estás haciendo niña loca! -dijo la madre, al ver como María lanzaba sus cuentos de hadas al fuego-,  esos libros son la herencia de mi abuela.

-No quiero la frustración de no ser descubierta por un príncipe azul. Tampoco quiero hacer a quien sea mi pareja, lo que le hiciste a mi padre.

-Niña loca, niña loca -repetía la madre viendo arder el legado matriarcal.

viernes, 18 de mayo de 2012

Soberanía popular

-Hombre, ¿por qué no te callas? -dijo el rey.

-Su Majestad, con todo respeto le digo: allá en Europa, ustedes tienen su derecho divino. Acá en América tenemos soberanía popular; y ningún enviado de dios hace callar a un representante del pueblo -contestó el Presidente...


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lunes, 23 de abril de 2012

El cerdito y el MAL.

 -Espero que hayan aprendido la lección -dijo el hermano mayor, al tiempo que servía un par de copas de licor. Dados los acontecimientos de ese día, los cerditos sólo querían descansar, pero correspondía escuchar las palabras del anfitrión.

 -Hay un mundo peligroso allá afuera -continuó el esforzado cerdo-. En estos tiempos, el mal está por todos lados. Las cosas han cambiado mucho y ya no se puede andar seguros como lo hacían nuestros padres -dijo con aire serio y profundo-. Está lleno de animales salvajes, la sequía hace subir el precio de los alimentos, el frío del invierno nos obliga a construir mejores casas y el agua del río debe purificarse.

 La verdad, los hermanos menores querían dormir. Pero, no podían dejar de reconocer que hoy les había salvado la vida de las garras de aquel feroz lobo. De modo que, haciendo un esfuerzo para vencer el cansancio, siguieron escuchando.

 -Mañana mismo comenzaremos los preparativos para que puedan tener sus casas sólidas -sentenció el cerdo mayor.

 -Pero no tenemos dinero para comprar los materiales -respondieron los cerditos preocupados.

 -No hay problema; lo haremos de la siguiente manera: yo les venderé los ladrillos con un buen descuento;  los otros materiales se los compraran a unos amigos que también trabajan en el rubro; para no tener que pagarlos de inmediato, conseguiremos un crédito en el banco. Con unos contactos en el Departamento de Vivienda, agilizaremos los permisos municipales para la construcción. Tienen que saber ustedes, que estas casas deben tener el visto bueno de la autoridad; no se trata de esas chozas en que pretendían vivir ustedes. ¡Esto es la civilización, no la barbarie! -exclamó  emocionado, y continuó-. Mañana mismo comenzarán a trabajar en la empresa de servicios integrales; el dueño me debe unos favores, así que no podrá rechazarlos. ¡Ya verán hermanos míos, algún día me lo agradecerán. No soportarán tanta felicidad! -Luego, terminaron sus copas y se fueron a dormir.

 Tiempo después, una tarde de sábado, tras finalizar una jornada en que había estado construyendo uno de los muros de su nueva casa, el menor de los hermanos presintió que era observado desde los límites del bosque. Intentó descubrir si alguien, o algo, se escondía entre los árboles, pero no consiguió ver nada. Esa noche, se fue a dormir sin dejar de pensar en qué habría más allá de los límites del pueblo, y si realmente estaba siendo espiado.

Temprano en la mañana, mientras se aprontaba a retomar la construcción del muro, saltando una pandereta, apareció un lobo que lo acorraló contra la cerca del patio trasero.

 -Hemos estado esperando mucho tiempo por ti cerdito -dijo el lobo-, ¡ahora corre! -Asustado, el cerdito no tuvo más alternativa que adentrarse en el bosque para escapar de su persecutor.

 -¡Por acá cerdito, por acá cerdito! -le advirtió una ardilla, indicándole que doblara hacia la derecha.

 -¡Corre cerdito, por aquí! -le gritó un conejo, metros más allá.

 -Salta el riachuelo y continúa hacia la izquierda -le indicó un carpintero que tallaba su casa en un pino.

 Luego de un largo rato siguiendo las indicaciones de los animales del bosque, el cerdito llegó a un claro. Se detuvo a descansar; sus piernas ya no podían correr más. Se sentó en el centro del claro y respiró profundo tratando de recuperar el aliento.

 -Bienvenido, te hemos estado esperando -dijo un búho que aterrizó sobre una roca, al tiempo que muchos animales comenzaban a salir desde las ramas. Al rato, el claro y los árboles que lo rodeaban estaban repletos de animales y aves.

 Antes que se hiciera silencio, en lo que parecía ser una asamblea, apareció el lobo y se detuvo detrás de unos conejos.

 -¡El lobo, huyamos rápido! -gritó aterrado el cerdito-, pero nadie se movió.

 -Tranquilo cerdito -dijo el búho-, todo está bien, el lobo está con nosotros. Y ofreció la palabra a un topo que salía desde un agujero.

 -Antes que nada -habló el topo, dirigiéndose al cerdito-, permíteme presentarnos: los animales reunidos aquí somos delegados de las comunidades que forman el MAL: Movimiento de Animales Libertarios. Te hemos observado por años, y queremos invitarte a ser parte nosotros. Hace un tiempo atrás, lobo intentó traerte, pero las circunstancias no resultaron como se había planificado. Huiste de casa en casa, y lobo terminó herido. Tuvimos que dejar pasar un largo tiempo para intentar nuevamente.

 El cerdito confundido pidió la palabra. -Disculpen, pero ustedes son las bestias que nos atemorizan, roban y secuestran, ¿cómo pretenden que sea parte de un grupo de antisociales?

 -¿Qué? -¡No es cierto! -¡Estás equivocado! -gritaban los animales alborotados.

 -Silencio -dijo el búho-, él no tiene la culpa de tal desinformación -y se digirió al cerdito-. Escucha con atención, no somos nosotros los que los atemorizamos, son tus líderes los que les han enseñado a temernos, nada hemos hecho que justifique semejante miedo. Los robos... Bueno, fueron los cerdos los que llegaron a expulsarnos del bosque. Ustedes talaron los árboles e incendiaron las zarzas, de donde obteníamos los alimentos. Nosotros sólo tratamos de recuperar el espacio en que hemos vivido desde el tiempo de nuestros primeros abuelos. Fueron sus fábricas las que contaminaron la tierra, los ríos y el aire. Además, hay serias sospechas de que las sequías y las lluvias torrenciales son el producto de sus actividades industriales; esto no fue así antes que llegaran. Los secuestros -siguió el búho-, ese es un tema delicado. En algunos casos, los desaparecidos corresponden a cerdos que se han unido al MAL, cansados de vivir subyugados a la ORDEN: Organización de Depredación para el Enriquecimiento. Otros, y lo siento mucho, fueron rebeldes que no hemos alcanzado a rescatar y han sido eliminados por la policía de la ORDEN. Y sin duda, los casos más tristes corresponden a aquellos que no supieron de nosotros y, ya sin esperanzas, decidieron acabar con sus vidas.

 -Te hemos visto -intervino un zorzal-. Hemos observado como, día tras día, te vas poniendo triste. Probablemente nunca nos notaste, pero caminábamos a tu lado en tus paseos por el sendero; nadábamos contigo cuando jugabas en la poza del río, aguas arriba de la roca grande; te acompañábamos desde el cielo, cuando imaginabas figuras en las nubes o contabas estrellas fugaces; cantábamos de cerca, cuando tocabas tu guitarra apoyado en el cedro que está en la ladera, al norte de tu pueblo; te mirábamos desde la oscuridad cuando, apoyado en tu ventana, pretendías saber qué había al interior del bosque; te vimos cortando ramas para hacer una choza que permitiera el paso de viento fresco y no silenciara el canto de aves ni el chirrido de los grillos. Pero parece que esos tiempos han pasado -acoto apesadumbrado-. Ya no paseas por el sendero que rodea el bosque, no nadas en el río, no miras el cielo ni cuentas estrellas, ya no disfrutas la brisa fresca ni te detienes a escucharnos. ¿Cuándo fue la última vez que sonó tu guitarra? -preguntó-. Ahora arrastras los pies al caminar y no levantas la vista para ver a los que te rodean.

 El cerdito se sintió confundido. Recordó con algo de nostalgia los días en que disfrutaba en la poza del río y las noches de luna cuando salía a recorrer el sendero.

Antes que pudiera decir algo, se escuchó una voz familiar. -¡Tú y yo tenemos que hablar! -un cerdo de estatura media y cuerpo delgado se abría paso entre unos castores.

 -¡Cristián, amigo!, tú aquí -el cerdito no podía creer lo que veía, era un compañero de juegos, que había desaparecido hace un par de años, y que según habían dicho las autoridades, había sido devorado por las bestias del bosque.

 -¡Atención! -dijo el topo-, creo que estos dos tienen mucho que conversar, ya tendremos tiempo para juntarnos en otra ocasión.

 Los animales comenzaron a retirarse, aunque algunos se quedaron conversando en el claro.

 Horas más tarde, el búho se acercó para advertir que pronto caería la noche y que el cerdito debería regresar a su casa. -Te acompañará lobo y unos castores. Espero volver a verte pronto. Ya conoces el camino. Procura que no te sigan.

 Varios animales llegaron a despedirse. Minutos más tarde, el cerdito y un grupo del MAL marchaban de regreso al pueblo de los cerdos.

 El cerdito no pudo dormir esa noche pensando en las cosas que había escuchado y en la conversación que sostuvo con Cristián; a quien creía muerto. De alguna manera, muchas dudas parecían esclarecerse. A ratos miraba las estrellas y tocaba algunos acordes en su guitarra.

 La noche siguiente, luego de no haberse reportado en el trabajo, el hermano que le seguía fue a visitarlo, pero no lo encontró en casa. Tampoco encontró la guitarra.

 Días después, el Alcalde anunciaba que seguramente había sido capturado por las bestias del bosque. Lo cual era algo esperable, considerando la actitud temerosa y arriesgada del cerdito.

 -La autoridad no puede protegerlos, si ustedes arriesgan sus vidas innecesariamente -dijo severo el Alcalde-. He dispuesto mayor protección policial. Además, se recomienda a la población no transitar por las calles luego de la puesta del sol. Por último, para vuestra seguridad, será detenido y llevado ante el juez todo individuo que parezca sospechoso.

 Los efectos de los anuncios de la autoridad no demoraron en notarse: calles y plazas vacías, aumento en el número de casas enrejadas, desconfianza entre vecinos, reducción de la asistencia a encuentros públicos, baja en la participación ciudadana y mayor productividad laboral.

Sin embargo, las desapariciones continuaron sumándose año tras año. Siendo prueba segura de que el MAL seguía asechando tras los límites cercados del pueblo de los cerdos y que pronto atacarían.

jueves, 19 de abril de 2012

Salida

Cansado de años arrastrándose para llegar a fin de mes. Hastiado de pagar religiosamente las deudas. Agobiado por la culpa de algún dinero malgastado para distraer el vacío. Asustado de la velocidad con que pasa el tiempo.

Esa tarde tomó el salario y se fue a recorrer las tiendas comprando calzoncillos, calcetas, un pantalón, una camisa blanca, un chaleco, una chaqueta, una corbata y un sombrero. Fue a cenar a un restaurant de mantel y copa.  Por la noche, caminó tranquilo por el parque, disfrutando unos buenos cigarrillos. Antes de llegar a casa, pasó por una botella de vino.

Esa noche sonrió antes de dormir.

Cuando lo encontraron semanas más tarde, la angustia, la culpa y el miedo, todavía permanecían en su rostro.

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domingo, 15 de abril de 2012

El músico

Luego que la voz metálica del megáfono del vagón advirtiera que los pasajeros no debemos incentivar con nuestras monedas a vendedores y músicos ambulantes, en medio de nuestras risas cómplices, siguió sonando la melodía que interpretaba ese joven tan parecido a nosotros.

Al llegar a la estación, el músico se alejó cargando el justo pago por ese momento de alegría.

lunes, 9 de abril de 2012

La cartola

Se detuvo nuevamente, tomó aire y volvió a mirar la cartola para comprobar que estaba sobregirado física, emotiva y económicamente. Siguió caminando, dudando encontrar algo al final del arcoiris.


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domingo, 8 de abril de 2012

Viernes Santo

"Música de viernes santo", refunfuñó la señora abriéndose paso por el pasillo de la micro, que animaba a los pasajeros al ritmo del reggaeton.

Años atrás, en un pueblo de la séptima región, otra beata regañó a un grupo de niños por el sacrilegio de querer jugar taca-taca en viernes santo. "¿Acaso quieren patear al Señor?", sentenció la teóloga locataria.

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lunes, 19 de marzo de 2012

La revuelta

Corrieron para salvar el cuerpo. Atrás, las fuerzas del orden.

Pero los carros no lograban aplastar el anhelo de un país justo, las sirenas no acallaban los gritos, el agua no disolvía la rabia, los gases no intoxicaban las ideas, los escudos no detenían la revuelta, los golpes no amorataban las almas, las balas no mataban los sueños.

Podrían esparcirlos, pero nunca separarlos. Volverían una y otra vez; juntos.

sábado, 17 de marzo de 2012

Maldito

Un breve comentario antes de este cuento. No he logrado escribirlo como quiero. Seguramente, en el futuro publique otras versiones. Sus comentarios serán bien recibidos.


MALDITO


El señor salió de la habitación, cerró la puerta y caminó con aire bonachón.


Adentro, la niña soltó las lágrimas desde los ojos a los pies. El ardor, ese ardor, le carcomió nuevamente el cuerpo y el alma.


Repitió entre dientes: "maldito, maldito, maldito, maldito"... A veces a gritos, a veces sin voz.


En el primer piso, abajo, la madre preparaba la cena para el señor.


Afuera, los vecinos gastaban las últimas horas de la semana frente al televisor.


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jueves, 8 de marzo de 2012

Secretos para mañana

Las nubes taparon las últimas estrellas. Las hojas del gran árbol comenzaron a mecerse al ritmo de la brisa tibia.


Cerró la ventana. Se tendió en la cama con los pies hacia la cabecera. Introdujo la llave y abrió el pequeño candado.


Por unos momentos cerró los ojos y mascó el lápiz. Luego de unas muecas continuó escribiendo su adolescente femineidad.


Afuera las gotas comenzaban a mojar la tierra.


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martes, 6 de marzo de 2012

El gato

El muchacho cerró un ojo, apuntó, contuvo la respiración y jaló del gatillo. El gato estiró las patas, bostezó y siguió durmiendo.

El sol del medio día calentaba el aire y el pavimento. Los árboles se mecían fatigados.

Nosotros no dábamos crédito a los sucesos. El televisor guardó silencio.

Partir

Recorrió la casa ya vacía. Guardó los últimos recuerdos en el alma y el alma la acomodó en la mochila.

Montó la bicicleta. Comenzó a pedalear.

El oficinista

Levanto la vista, miró por la ventana. Allá afuera transcurría el día, transcurría la vida. Sintió un profundo deseo de encender un cigarrillo y continuó.

Distancia

La bola rodó por la escalera y el niño la observó alejarse...